Don Enrique Lefevre construyó el Jardín de Paz, su mayor anhelo, bajo el concepto de un jardín sagrado, moderno y apropiado para la ciudad de Panamá, inspirado en el famoso cementerio Forest Lawn Memorial Park de California, Estados Unidos, y en reconocidos cementerios construidos en Atenas, Grecia, nos lleva a ser uno de los pioneros en este concepto en América Latina.  Por ende, el follaje y frondosidad caracteriza al Jardin de Paz, mientras que el edificio administrativo es una reproducción de un templo griego adornado con columnas estilo romano – toscano.

A continuación, citamos orgullosamente el «Propósito del Constructor»:
Hace tiempo deseaba utilizar mis energías en honor del Cristo de Paz, con la creación de un jardín sagrado donde podamos reposar bajo la protección de nuestro Señor hasta el día de la Resurección, rodeados de árboles frondosos, alegres flores, mullido césped, estatuas artísticas, monumentos nobles, todo lleno de luz y piadosos recuerdos.  El Jardín de Paz será un campo santo que recorrerán jóvenes y ancianos, pensando en la vida y en la eternidad, mitigando sus tristezas y aquilatando con fervor divino la fe de sus espíritus, porque será un Jardín de Dios.

En 1950 abre sus puertas el Jardín de Paz iniciando así el primer capítulo de una importante historia.